La educación a finales del siglo XX y principios del siglo XXI, se
ha visto afectada por un conjunto de variables internas y externas que exigen
cambios significativos y transcendentales,
debido a la exigencia de una sociedad que se orienta hacia un nuevo modelo de
país y de ciudadano. Esto
ha llevado a las organizaciones educativas a realizar grandes esfuerzos de
mejoramiento hacia la optimización de la calidad educativa, adoptando nuevos
conceptos y esquemas teóricos validos, orientados hacia la re estructuración
funcional formal y la implementación de estrategias en el manejo de los
recursos materiales y humanos. Sobre la base de esta idea, se requiere de una
comunicación eficaz llevada a cabo por los gerentes en la educación, siendo un
verdadero reto de la nueva gerencia, de las personas y sus relaciones. En consecuencia, han adoptado nuevos modelos
e implementando nuevas estrategias donde el rol del gerente educativo no puede
permanecer inmutable. Sin embargo, en la mayoría de los casos, se observan las
mismas prácticas obsoletas, inoperantes y sobre todo ineficaces, ya que muchos
docentes no quieren asumir los proyectos de aprendizaje y no llevan a cabo una
buena planificación enfocada en las necesidades del estudiante manteniendo las
técnicas de docencia tradicionales y las teorías que no involucran al alumno en
actividades prácticas. Esto se debe a que los gerentes no transmite la información hacia su
personal de manera eficaz por diversas razones, entre ellas: La inasistencias
de los gerentes en los planteles, informaciones emanadas de niveles jerárquicos
superiores tardías, informaciones no claras ni precisas al ser emitidas por los
gerentes educativos repercutiendo de esta manera en fallas, malos entendidos,
incomodidades entre el personal en las instituciones educativas. En base a estas razones es de suma
importancia que las instituciones educativas se actualicen y acepten el cambio porque
es necesario responder
con éxito a las demandas de una sociedad cada día más exigente y cambiante y el
director como gerente como supervisor educativo, no puede mantenerse en el
ayer, ajustado exclusivamente a planificar, organizar, controlar y coordinar. Se
requiere de un director versado, líder, creativo, comunicativo, innovador que
integre las diversas actividades, que conjugue la comunicación eficaz entre
todos los miembros de la organización hacia la calidad educativa. Por lo tanto,
la comunicación eficaz es de vital importancia en la organización educativa,
donde las relaciones del director con todos los miembros de la misma sean
precisas y motivadoras.
Según Mayorga (1.999):
“La calidad es un concepto multidimensional que se refiere tanto
al producto de la educación como a los recursos y procesos que la producen;
tanto a nivel absoluto de sus resultados como a los incrementos generados en el
proceso y a los elementos cognoscitivos como a los elementos éticos del
aprendizaje.” A mi criterio no existe esa calidad sino hay avance cognoscitivo de
los educandos, incluyendo no solo la comprensión del fenómeno sino de la
dimensión práctica del saber y del saber hacer.
Por otra parte Lepeley (2.001):
“La gestión de calidad es un conjunto integral de principios,
fundamentos y actividades necesarias para crear, planificar, realizar, evaluar
y mejorar la gerencia de una institución a través del mejoramiento continuo,
satisfacción de necesidades de sus usuarios, desarrollo de las personas en la
organización, uso de la información, optimización de los procesos de apoyo,
articulación de las instituciones con otras organizaciones, la economía, la
sociedad y la preocupación del medio ambiente”.
La autora considera, que se puede mejorar la calidad de la
educación por medio de la innovación en las prácticas pedagógicas y de la
gerencia en las instituciones educativas, y esto tiene que ver principalmente,
con la figura del gerente en su función supervisora. De allí que su formación
sea clara para las transformaciones escolares anheladas, ya que la calidad
educativa demanda de gerentes educativos que tengan capacidades, aptitudes y
dispongan de instrumentos necesarios para cumplir su labor.
Hoy más
que nunca la labor formativa de los Docente es vital para sacar al país del
estado de atraso social y cultural en que se encuentra. La responsabilidad en
formar valores en las nuevas generaciones es grande y es uno de los principales
retos que el gobierno encargarse de redimensionar la acción o praxis del ejercicio de la
docencia. Está en cada uno de nosotros darle el valor necesario a lo expresado
en nuestra Constitución, artículo 102: “La educación es un derecho humano y un
deber social fundamental, es democrática, gratuita y obligatoria…”, y el
artículo 104 nos llama profundamente a la reflexión: “La educación estará a
cargo de personas de reconocida moralidad de comprobada idoneidad académica…”.
Y para culminar dejo estar
reflexión ser Docente significa un trabajo hermoso, paciente y firme; ser
astuto, sutil, fuerte, resistente y perseverante. Y por encima de todo significa
saber amar, y comprender claramente la influencia que puede proyectarse sobre otros.
Ser Docente es transmitir no solo conocimientos, es dar amor, cariño, apoyo,
orientación en el momento que lo necesiten los alumnos.

Vale la pena citar al Ing. Justo Rojas (2012), quien en su artículo "La Educación en una Venezuela de Siglo XXI" comienza diciendo (cito textualmente):
ResponderEliminar"La historia indica que el conocimiento generado en el sistema educativo de una nación, marca la diferencia entre un país con futuro, y uno que se quede anclado en el atraso. Más allá de transformaciones necesarias en lo social, político y económico, la revolución verdadera e indispensable debe ser la educación."